En plena Guerra Fría, mientras USA y y la ex Unión Soviética se pugnaban por demostrar quién era el más apto y más fuerte en la carrera espacial, la Argentina también sumó su aporte en los viajes al cosmos. No sólo lanzando cohetes de diferentes alcances, sino también mandando misiones tripuladas con pequeños seres vivos.
Fue así como un grupo de ratones nacidos y criados en la provincia de Córdoba lograron viajar al espacio.

El 11 de abril de 1967, a las 10 de la mañana, la CNIE realizó un lanzamiento tripulado desde la pista de la Escuela de Tropas Aerotransportadas, en Córdoba: El ratón Belisario permaneció 30 minutos en el espacio dentro del cohete Yarará. Logró volar a una altura de 2.300 metros y se convirtió en el primer ser vivo de origen argentino en regresar sano y salvo a la superficie terrestre.
Lamentablemente no califica como astronauta ya que no superó la línea Kármán de 100 kilómetros sobre el nivel del mar. Actual convención del inicio espacial.
El viaje no fue del todo ameno para Belisario: los científicos que siguieron el trayecto lo notaron muy nervioso y al volver a la órbita terrestre, luego de apenas media hora en el espacio exterior, había perdido ocho gramos de peso. Pero al cabo de unos minutos, Belisario ya estaba repuesto.
El objetivo de la misión era probar la cápsula, su sistema de transmisión de datos biológicos y la recuperación del animal en buenas condiciones para su posterior adaptación a cohetes de mayor porte
En Contexto
Cuando Belisario se elevó en el cielo, habían pasado diez años desde que la URSS iniciara la era espacial con su primer satélite: el Sputnik. Faltaban dos años para pisar la Luna. El ambiente de exploración espacial era efervescente.
Un ingeniero electromecánico mendocino llamado Teófilo Tabanera –un auténtico apasionado por el espacio– convenció al gobierno de la necesidad de ser un actor de importancia en este área. Y fue así que se estableció por decreto la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) el 28 de enero de 1960, que fue la que llevó a cabo el proyecto BIO.
La CNIE se transformaría el 28 de mayo de 1991 en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, más conocida como CONAE. Actual responsable del Plan Nacional Espacial.